El Dr. Arturo Cerdeño, intensivista y consultor de LifeLink de Puerto Rico, explicó a BeHealthMED el rol crítico del médico en el proceso de donación de órganos, abordando los criterios clínicos, la ética médica y la importancia de la comunicación efectiva con las familias.
Desde la práctica en cuidados intensivos, el especialista enfatizó que el proceso de donación nunca desplaza el objetivo principal de la medicina, que es preservar la vida del paciente. “Nosotros no vemos al paciente como un donante potencial, lo vemos como un sobreviviente”, afirmó.
Evaluación clínica rigurosa en cuidados intensivos
El Dr. Cerdeño explicó que la elegibilidad para donación se determina mediante una evaluación médica completa que incluye historia clínica, examen físico y estudios de laboratorio. “Cualquier paciente puede ser considerado, pero todo depende de su condición clínica y de que los parámetros estén dentro de rangos adecuados”, señaló.
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En situaciones de catástrofe neurológica, como hemorragias intracerebrales, el equipo médico agota todas las alternativas terapéuticas antes de considerar la donación.
Uno de los aspectos más sensibles del proceso es la comunicación con la familia. “La confianza se construye con claridad, empatía y transparencia”, indicó. Según el intensivista, una comunicación efectiva facilita la comprensión del pronóstico y, llegado el momento, del proceso de donación.
Donación como extensión de vida
Para el Dr. Cerdeño, la donación de órganos representa una extensión de vida, siempre que se garantice una adecuada perfusión y preservación de los órganos. Este proceso requiere empatía, humildad y profundo respeto por el paciente y su familia.
“Al final del día, llegas cansado, pero con la satisfacción de haberlo dado todo por el paciente y por quienes esperan una oportunidad de vivir”, agregó.
Donación de órganos como política pública de salud
El Dr. Cerdeño subrayó que la donación de órganos no debe analizarse únicamente desde la práctica clínica individual, sino como un componente estratégico del sistema de salud. En Puerto Rico, donde cientos de pacientes permanecen en listas de espera para trasplante, la identificación temprana de potenciales donantes y la adecuada preservación de órganos representan un reto sanitario de alto impacto.
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Desde su experiencia como consultor de LifeLink, explicó que la estandarización de protocolos en las unidades de cuidados intensivos es clave para garantizar procesos seguros y éticamente sólidos. “Cuando el equipo médico está entrenado y alineado, se reducen las dudas, se fortalece la confianza de las familias y se optimiza el proceso de donación”, señaló.
El rol del intensivista en la toma de decisiones complejas
El intensivista ocupa una posición crítica en la intersección entre tecnología, ética y humanidad. Según el Dr. Cerdeño, el manejo del paciente con daño neurológico catastrófico exige no solo pericia clínica, sino también habilidades de comunicación avanzada. “Hablar de pronóstico, expectativas y límites terapéuticos requiere sensibilidad, claridad y tiempo”, indicó.
Añadió que una conversación honesta y bien documentada reduce conflictos, evita malentendidos y permite que la familia tome decisiones informadas, incluso en escenarios de alto impacto emocional. En ese contexto, la donación de órganos surge como una posibilidad solo cuando el curso clínico ha sido claramente establecido.
Para el especialista, uno de los grandes desafíos sigue siendo la percepción pública sobre la donación de órganos. Por ello, enfatizó que los médicos tienen un rol educativo fundamental, tanto dentro como fuera del hospital. “La confianza del público se construye cuando la comunidad entiende que el proceso es ético, transparente y centrado en el paciente”, afirmó.
El Dr. Cerdeño destacó que espacios como la Convención del Colegio de Médicos Cirujanos permiten actualizar conocimientos, compartir experiencias y fortalecer una cultura médica orientada a la donación responsable. “La educación continua es esencial para que los médicos se sientan seguros y preparados para manejar estos procesos”, puntualizó.
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Impacto clínico y social de la donación
Finalmente, recordó que cada donante puede salvar múltiples vidas, lo que convierte a la donación de órganos en una de las intervenciones más costo-efectivas del sistema de salud. “Detrás de cada órgano trasplantado hay un equipo médico comprometido y una familia que decidió transformar una pérdida en esperanza”, expresó.
Con este mensaje, el Dr. Cerdeño hizo un llamado a la comunidad médica a seguir fortaleciendo la práctica clínica, la comunicación y la educación como pilares para aumentar la donación de órganos en Puerto Rico y mejorar los desenlaces de los pacientes en lista de espera.

