El estrés crónico como factor de riesgo emergente en cáncer y su impacto directo sobre el sistema inmunológico centraron la intervención del Dr. José Franceschini Carlo, especialista en cabeza y cuello, durante su entrevista con BeHealthMED en el marco de la Convención Anual del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico. El planteamiento, dirigido a la comunidad médica, se apoyó en evidencia científica acumulada y en la experiencia clínica de un profesional que también ha vivido la enfermedad desde el rol de paciente.
Según explicó el especialista, estudios recientes han comenzado a demostrar de forma consistente que el estrés sostenido no solo deteriora la calidad de vida, sino que actúa como factor de riesgo oncológico, al afectar mecanismos neuroendocrinos e inmunológicos esenciales para la vigilancia tumoral. “Hoy existe evidencia científica que confirma que el estrés baja el sistema inmunológico y compromete la capacidad del organismo para controlar células malignas”, afirmó.
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Estrés, neuroinmunología y cáncer
El Dr. Franceschini detalló que el estrés activa de forma persistente el sistema nervioso simpático, con aumento de cortisol y otras catecolaminas que alteran la respuesta inmune. En contraste, estados de relajación, meditación y regulación emocional activan el sistema parasimpático, promoviendo neurotransmisores como serotonina, dopamina y oxitocina, asociados a una mejor función inmunológica.
“Un pensamiento negativo demostrado científicamente puede disminuir la respuesta inmune; un pensamiento positivo, el agradecimiento o la meditación, la aumentan”, señaló. Para el especialista, este conocimiento tiene implicaciones clínicas directas en oncología, particularmente en pacientes sometidos a tratamientos prolongados, donde el estrés psicológico es frecuente y subestimado.
Del médico al paciente: evidencia desde la experiencia clínica
Más allá del marco teórico, el Dr. Franceschini habló desde una experiencia personal marcada por cuatro cánceres primarios, metástasis hepáticas y pulmonares, cirugías múltiples, quimioterapia y radioterapia. Esa vivencia dio origen a su libro No es lo mismo ser el médico que el paciente, concebido como una herramienta educativa tanto para profesionales de la salud como para pacientes.
“Hoy día, incluso con metástasis, el cáncer ya no es una sentencia de muerte”, afirmó. Citó estadísticas actuales que indican que aproximadamente el 54% de los pacientes con enfermedad metastásica sobreviven, un dato que, a su juicio, debe formar parte del discurso clínico responsable para evitar fatalismo innecesario.
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Avances terapéuticos y acceso local
El especialista destacó que los avances en oncología han transformado de manera sustancial los desenlaces clínicos en las últimas dos décadas. Inmunoterapia, terapias dirigidas y abordajes multidisciplinarios han ampliado las opciones de tratamiento. “En Puerto Rico contamos con terapias comparables a centros de referencia internacional”, subrayó, enfatizando la importancia de que los médicos mantengan actualizados sus conocimientos.
No obstante, advirtió que el progreso terapéutico pierde efectividad si el diagnóstico ocurre en etapas avanzadas. “El cáncer no duele en sus fases iniciales. Cuando duele, generalmente ya hay compromiso local o neurológico”, explicó, insistiendo en la vigilancia clínica y el autoexamen como herramientas clave.
Prevención, ejercicio y rol del médico educador
El Dr. Franceschini también abordó el papel del ejercicio físico como modulador inmunológico. Citó estudios realizados en centros oncológicos de alto volumen que demuestran una reducción significativa en la aparición de metástasis en pacientes que mantienen actividad física regular. “El ejercicio es otra forma de fortalecer el sistema inmunológico”, afirmó.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad médica a reforzar su rol como educadores. “El conocimiento empodera, reduce el miedo y mejora la adherencia terapéutica”, concluyó, señalando que integrar manejo del estrés, educación y prevención debe formar parte del abordaje moderno del cáncer.