Durante la jornada educativa “Colorectal cancer: Updates in Prevention, Detection and Managemente for Primary Care” organizada por la Coalición de Cáncer Colorrectal de Puerto Rico dedicada a reforzar la prevención, el acceso y la detección temprana de esta enfermedad, especialistas en gastroenterología compartieron hallazgos clave, retos clínicos y orientaciones dirigidas a los médicos primarios, quienes son la primera línea para identificar pacientes en riesgo.
El evento reunió a expertos del Recinto de Ciencias Médicas y a miembros de la Coalición de Cáncer de Colon de Puerto Rico, con el fin de actualizar al personal de salud sobre tendencias, síntomas de alarma y la importancia de ajustar prácticas preventivas según la nueva evidencia.
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La importancia de identificar patrones familiares y genéticos
Uno de los mensajes reiterados durante la jornada fue la relevancia de que el médico primario profundice en el historial familiar del paciente para detectar patrones de riesgo.
Según se destacó, cuando existen antecedentes de cáncer colorectal o cánceres asociados a síndromes hereditarios, el médico primario debe considerar si el paciente amerita ser referido a evaluación genética.
“El médico primario debe hacer un buen historial familiar para observar ciertos patrones que ya están establecidos […] que le indiquen la necesidad de referirlo a realizarse pruebas genéticas”.
Pacientes jóvenes con cáncer avanzado: una alerta urgente
Asímismo, los especialistas advirtieron que, cada vez y con mayor frecuencia, los cirujanos colorrectales están atendiendo pacientes jóvenes —de 20 a 30 años— con cáncer avanzado. Esta tendencia que preocupa y evidencia fallas en la detección temprana.
“Queremos alertar a los médicos primarios que tal vez personas de 28, 29, 30 años presentan síntomas […] aunque las guías no lo indiquen, deben ser enviados a hacerse un FIT o incluso una colonoscopía”, aseguró Julia Michelle Santiago, Presidenta de la Coalición de Cáncer Colorrectal de Puerto Rico
Banderas rojas que no pueden pasar por alto
Por su parte, el doctor Rafael Medina Prieto, gastroenterólogo y chief fellow del Recinto de Ciencias Médicas, enumeró los síntomas que deben activar una evaluación inmediata:
- Historia familiar de cáncer de colon
- Sangrado rectal
- Pérdida de peso sin explicación
- Cambios abruptos en el patrón de evacuación
- Hemoglobina baja sin causa aparente
Y fue enfático al mencionar:
“Son síntomas con los cuales debemos ir rápido al médico para que el referido al gastroenterólogo sea rápido.”
Medina Prieto también reconoció barreras como la burocracia de los planes médicos y el miedo del paciente, pero enfatizó que la educación sigue siendo la herramienta principal para superarlas.
Además, explicó cómo la evidencia reciente ha permitido bajar la edad recomendada para la colonoscopía de 50 a 45 años, y advirtió que podría reducirse aún más dada la incidencia en jóvenes.
“No me sorprendería que en varios años baje un poco más, porque estamos viendo cada vez pacientes más jóvenes padeciendo la condición.”
Enfermedad inflamatoria intestinal: uno de los mayores factores de riesgo
El doctor Alexis González Rivera, gastroenterólogo e investigador en enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en Puerto Rico, explicó por qué las EII (incluyendo Crohn y colitis ulcerosa) son unas de las condiciones que más aumenta el riesgo de cáncer colorectal.
Señaló que el seguimiento no puede recaer solo en el especialista: “El médico primario es probablemente la persona que más contacto tiene con ese paciente”. Por ello, enfatizó en la necesidad de colonoscopías anuales o cada dos años, dependiendo de la historia clínica. También destacó que la colonoscopía tradicional sigue siendo el método más confiable para detectar lesiones precancerosas, a diferencia de la colonoscopía virtual o estudios por CT, que pueden fallar lesiones planas y no permiten tomar biopsias.
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El rol indispensable de la educación continua
Ambos especialistas coincidieron en la urgencia de fortalecer la comunicación entre médicos primarios y gastroenterólogos. La actualización clínica es esencial debido a que las guías están cambiando y la población de riesgo también.

