El cáncer de próstata continúa siendo uno de los diagnósticos más comunes entre los hombres y representa un gran reto clínico para los médicos primarios. El Dr. Ricardo Sánchez Ortiz, urólogo oncólogo, destaca la importancia de una detección oportuna, un seguimiento cuidadoso y una comunicación efectiva con el paciente para optimizar los resultados y mejorar su calidad de vida.
Vigilancia activa: una estrategia segura en casos seleccionados
La vigilancia activa es una de las principales alternativas para pacientes con cáncer de próstata de bajo riesgo. “Yo tengo trescientos cincuenta pacientes en vigilancia activa en mi oficina y les repetimos resonancia y biopsia cada par de años; básicamente el 15 % eventualmente necesita tratamiento”, explicó el especialista.
Para el Dr. Sánchez Ortiz, este manejo conservador requiere disciplina, confianza y acompañamiento médico constante:
“Esto es como una tortuga que estamos viendo caminar bien lento y no se nos va a escapar. Pero si repito la biopsia y veo un cambio en la agresividad del cáncer o el número de muestras positivas, entonces actuamos rápido”, menciona.
Para el urólogo, el estilo de vida influye directamente en los resultados quirúrgicos y funcionales. “Le digo al paciente: tienes que rebajar y ponerte en tu peso, porque si necesitas cirugía vas a salir mejor de la continencia urinaria y de la erección”, añadió.
Cirugía robótica: precisión, menos dolor y recuperación rápida
La cirugía robótica ha revolucionado el manejo del cáncer de próstata, ofreciendo procedimientos más precisos y con una recuperación acelerada.
“La cirugía robótica es simplemente un instrumento, pero los resultados son muy similares. La diferencia es que puedo operar sentado, hacer tres o cuatro prostatectomías en un día, y los pacientes tienen menos dolor y menos sangrado”, explica.
El Dr. Sánchez destacó que, bajo su protocolo, muchos pacientes pueden regresar a casa el mismo día del procedimiento. “Esta semana hice seis prostatectomías y todos se fueron a la casa el mismo día. En Puerto Rico nadie más lo hace así, pero ya nosotros tenemos un protocolo que permite una recuperación más rápida”, comenta.
Según su experiencia, los pacientes pueden requerir el uso de pañal por unos cuatro meses, mientras que la recuperación de la función eréctil puede tardar hasta año y medio, dependiendo de si fue posible preservar los nervios.
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Terapias focales: el futuro del tratamiento localizado
El urólogo resalta que la tecnología de imagen avanzada, como la resonancia magnética multiparamétrica, ha permitido identificar con mayor precisión los tumores y aplicar terapias más focalizadas.
“Podemos introducir una aguja que pasa corriente —nanoknife— y el cáncer se quema. Es ideal para tumores pequeños. Ese es el futuro, porque ahora sí podemos ver el cáncer”, señala el especialista.
Otras opciones incluyen el uso de frío (crioterapia), ultrasonido o láser. Todas buscan tratar lesiones pequeñas con mínima afectación del tejido sano, disminuyendo los efectos secundarios y conservando la función.
Radioterapia moderna: más precisa y con menos complicaciones
“La radiación que se da hoy es tan moderna como el celular que ustedes tienen en la mano”, enfatizó el especialista al describir los avances tecnológicos en radioterapia.
Actualmente, los médicos pueden colocar un gel entre la próstata y el recto para reducir el riesgo de proctitis y utilizar marcadores fiduciarios para dirigir el rayo de radiación con exactitud.
Además, cuando aparecen complicaciones como hematuria o cistitis por radiación, la terapia hiperbárica temprana ha mostrado excelentes resultados. “Funciona muy bien y evita complicaciones mayores”, explica.
Educación continua: un puente entre médicos y pacientes
El Dr. Sánchez Ortiz impulsa la educación médica y el acompañamiento al paciente mediante la plataforma Wellprept, creada junto a un colega en Boston.
“La visita médica es finita, pero con esta herramienta los pacientes ven videos donde explico riesgos, procedimientos y recuperación. Cuando llegan a mi oficina ya se sienten informados y con menos ansiedad”, comenta.
Para él, el conocimiento compartido mejora la relación médico-paciente y permite un uso más eficiente del tiempo clínico.
“Queremos que el paciente y su familia comprendan el proceso. No todos los cánceres de próstata necesitan tratamiento inmediato; algunos pueden observarse por años sin afectar la calidad de vida”, recalca.
Para el Dr. Ricardo Sánchez Ortiz el futuro del manejo del cáncer de próstata combina tecnología, educación y atención personalizada. El médico primario juega un rol decisivo al identificar factores de riesgo, orientar al paciente y coordinar su manejo multidisciplinario, contribuyendo a una detección más temprana y a un pronóstico más favorable.
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