Durante su entrevista con BeHealth, la Dra. Rosa Vélez, Directora Científica del Laboratorio de Patología Molecular de Southern Pathology Services, recalcó la relevancia de los biomarcadores en lupus eritematoso sistémico (LES) como criterios diagnósticos y de seguimiento.
“Los biomarcadores permiten desde establecer un diagnóstico inicial hasta monitorear la actividad de la enfermedad y el pronóstico del paciente”, destacó.
Ejemplos clave son los anticuerpos antinucleares (ANA), considerados por las guías como criterio de entrada obligatorio, así como los anti-Smith y otros autoanticuerpos específicos.
Herramientas para la práctica clínica
La especialista subrayó la importancia del ANA test como punto de partida, aunque aclaró que un resultado negativo no descarta LES, dado que puede depender del estadio clínico. Señaló que es necesario correlacionar con parámetros de inflamación, complementos (C3 y C4) y otras pruebas inmunológicas.
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También recomendó a los médicos de atención primaria iniciar con exámenes básicos: análisis de orina para proteinuria, hemograma completo y pruebas de complemento. Estos permiten identificar anemia hemolítica, leucopenia o trombocitopenia, frecuentes en estos pacientes.
Estrategias de manejo interdisciplinario
Respecto al abordaje terapéutico, la Dra. Vélez resaltó que el manejo del lupus es individualizado y depende de la clínica y los biomarcadores presentes en cada paciente.
“Un hallazgo de proteinuria nos orienta hacia un compromiso renal que requiere atención prioritaria”, ejemplificó.
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Además, enfatizó en la necesidad de un manejo interdisciplinario, con reumatólogos a la cabeza, pero integrando especialistas como cardiólogos, dermatólogos y nefrólogos según las complicaciones sistémicas.
Finalmente, concluyó que los avances en biomarcadores permiten un diagnóstico más certero y precoz, lo que abre la puerta a tratamientos oportunos y a la reducción de complicaciones graves como nefritis lúpica o enfermedad cardiovascular asociada.