lunes, octubre 6, 2025
00:04:09

Urgen detección temprana de cáncer en PR

La supervivencia de cáncer en la isla...

Complicaciones por diagnóstico en enfermedad inflamatoria intestinal

NoticiasComplicaciones por diagnóstico en enfermedad inflamatoria intestinal

La gastroenteróloga Dra. Maithili Chitnavis resalta que el retraso en el diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) sigue siendo un desafío clínico significativo. “La enfermedad de Crohn presenta un mayor retraso diagnóstico que la colitis ulcerosa”, afirmó, destacando la necesidad de un abordaje más ágil en la práctica médica.

Los datos muestran que en Crohn el tiempo promedio desde el inicio de los síntomas hasta la primera consulta médica es de un mes, mientras que desde la primera consulta hasta el diagnóstico definitivo de EII transcurren aproximadamente 3.5 meses. En conjunto, el intervalo total puede llegar a 9.5 meses. En contraste, la colitis ulcerosa suele diagnosticarse antes debido a la presencia de síntomas de alarma más específicos, como sangrado rectal, tenesmo y urgencia defecatoria.

La especialista enfatiza que “un retraso superior a seis meses incrementa el riesgo de complicaciones mayores, incluyendo fístulas, abscesos, estenosis, neoplasias y necesidad de cirugía futura”.

Lee más: Avances en biomarcadores redefinen el diagnóstico y manejo del lupus eritematoso sistémico

Factores asociados al retraso diagnóstico y complicaciones

El retraso diagnóstico se asocia con múltiples factores clínicos. La enfermedad de Crohn ileal, por ejemplo, puede permanecer subclínica hasta que se desarrollan complicaciones como fístulas entero-vesicales u obstrucciones intestinales. A ello se suman factores modificadores del curso clínico como el tabaquismo, antecedentes de apendicectomía, comorbilidad diabética y episodios de obstrucción intestinal previa.

Otro aspecto crítico es la frecuencia del diagnóstico erróneo en la etapa inicial. Según Chitnavis, “el 57% de los pacientes recibe un diagnóstico incorrecto antes de confirmarse la EII”, lo que conduce a intervenciones inadecuadas y un retraso terapéutico considerable.

Seguir leyendo: Avances en lupus: nuevos fármacos ofrecen esperanza, pero persisten retrasos en diagnóstico

Patogénesis, genética y desencadenantes

La EII resulta de una compleja interacción entre factores genéticos, inmunológicos y ambientales. Se estima que la enfermedad de Crohn presenta un componente hereditario en el 75% de los casos, mientras que la colitis ulcerosa alcanza el 67%. Hasta la fecha, se han identificado aproximadamente 200 loci genéticos asociados, aunque no explican la totalidad de la heredabilidad.

Los desencadenantes ambientales incluyen infecciones gastrointestinales agudas, como intoxicaciones alimentarias, y exposiciones farmacológicas tales como antibióticos, anticonceptivos orales o isotretinoína. En este contexto, la especialista citó un caso clínico ilustrativo:

“Un paciente desarrolló enfermedad de Crohn posterior a una intoxicación alimentaria, lo cual demuestra cómo una infección puede actuar como trigger en individuos con predisposición genética”.

Conoce más: Instan a fortalecer la educación en medicina primaria para mejorar la salud en Puerto Rico

Finalmente, Chitnavis subraya que la identificación temprana y precisa de los pacientes en riesgo es esencial para reducir complicaciones a largo plazo y mejorar el pronóstico. El reto para los médicos es mantener un alto índice de sospecha clínica y utilizar las herramientas diagnósticas de forma oportuna para acortar la brecha entre síntomas y diagnóstico.

Visite otras etiquetas:

Artículos populares